Etiquetema: La fibra dietética
La fibra es un “grupo de carbohidratos resistentes a la digestión por las enzimas del intestino delgado y fermentado en forma parcial o total en el colon (intestino grueso), con efectos favorables en la salud” (Vilcanqui y Vílchez, 2017). Se divide en fibra soluble e insoluble y ambas aportan muchos beneficios a la salud.
Dentro de las principales funciones de la fibra dietética se encuentran:
-Permite una buena motilidad intestinal, un adecuado consumo de fibra en conjunto con un buen consumo de líquidos, permite tratar o evitar el estreñimiento, ya que le da volumen y forma a las heces.
-Es un componente esencial para mantener la salud de la microbiota intestinal, y últimamente se ha visto que entre más saludable esté el intestino más saludable está todo nuestro organismo.
-Actúa como una barrera para que los alimentos con carbohidratos no hagan picos altos de glicemia en corto tiempo, sino que se mantenga un buen control glicémico. Esto se utiliza en el tratamiento nutricional para personas con resistencia a la insulina, prediabetes o diabetes.
-Ayuda a reducir los niveles de colesterol, en específico el LDL. Y disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular.
-Aumenta la saciedad, lo que puede ayudar mucho a una persona que necesite reducir el porcentaje de grasa o tener un mejor control del peso.
La Academia Nacional de Ciencias y el Instituto de Medicina de USA, recomiendan el consumo de 25 y 38 g/día para mujeres y hombres respectivamente. Para cumplir con esos requerimientos necesitamos incluir en nuestra dieta: vegetales principalmente con cáscara, frutas principalmente con cáscara y estopa; leguminosas, semillas y cereales integrales.
Es importante identificar en el mercado cuáles alimentos realmente son fuente o buena fuente de fibra, porque lo integral no es sinónimo de esto. De manera que vamos a buscar en la etiqueta los gramos de fibra, si tiene ≥1.5g por porción es fuente y si tiene ≥3g por porción es buena fuente.